Girteka ha defendido la transición ecológica que, según el gigante lituano, debe hacerse “con datos”. Además, critica a las empresas que hacen greenwashing -es decir, que se promocionan como sostenibles, pero que luego no lo demuestran con datos- y pone ejemplos de cómo se puede verificas que las empresas de transporte invierten en sostenibilidad de una forma eficiente.
“El problema para las empresas de transporte de mercancías por carretera es la falta de soluciones de sustitución de los camiones gasóleo, que han sido la columna vertebral de las flotas del sector. La eficiencia de estos motores ha mejorado, sobre todo por las leyes Euro V y Euro VI de la Unión Europea. Sin embargo, siguen emitiendo contaminantes al circular por las carreteras”.
Además, recuerda la gran barrera para la electrificación para el sector: la falta de infraestructura. Los motores de combustión interna y su infraestructura de apoyo, es decir, las gasolineras, pueden encontrarse prácticamente en todas partes. En cambio, los cargadores siguen siendo una rareza en algunas regiones de Europa.
Y los camiones de hidrógeno, que podrían sustituir a los de motor de combustión interna por su autonomía y prestaciones, se enfrentan a un problema aún mayor de infraestructura, y es que la producción del combustible pocas veces es limpia.
El hidrógeno representa menos del 2% del consumo energético actual de Europa y se utiliza principalmente para fabricar productos químicos, como plásticos y fertilizantes. El 96% de esta producción de hidrógeno se realiza a través de gas natural, lo que da lugar a importantes cantidades de emisiones de CO2”.
Entonces, qué pueden hacer las empresas transportistas para realmente ahorrar emisiones. Girteka, que ha adquirido recientemente 600 camiones eléctricos de Scania, hace hincapié en la importancia de la renovación de la flota, pero pone otros ejemplos:
“Un ejemplo básico de ello es evitar los kilómetros en vacío. Otro ejemplo podría estar relacionado con la planificación de los trayectos. La parada y el arranque, por ejemplo, pueden empeorar las emisiones. Un estudio, realizado el Centro de Transporte de la Universidad de California, concluyó que ciertas estrategias de mitigación de la congestión podrían reducir las emisiones hasta un 20%.
¿Cómo pueden beneficiarse de ello las empresas de transporte de mercancías por carretera? Por un lado, ajustando los tiempos de trabajo de sus conductores podrían planificar trayectos que evitaran los momentos de tráfico más intenso en las zonas urbanas, lo que permitiría a los conductores mantener velocidades más constantes sin necesidad de repetir demasiado el ciclo de frenado y aceleración.
Fuente: www.mascontainer.com