Diversificar la base de suministro y proveedores, crear centros de fabricación locales y el «friend-shoring»: cerrar acuerdos con países ‘amigos’ que son políticamente más atractivos para los accionistas y clientes, son algunas de las medidas, indica el International Business Report (IBR).
Según estudio de Grant Thornton, a nivel global, a pesar de la actual incertidumbre económica y geopolítica, muchos líderes empresariales continúan viendo el comercio internacional, y en particular las exportaciones, como un motor clave para el crecimiento.
En efecto, el 45% de los encuestados esperan aumentar su volumen de exportaciones en lo que queda de 2023, lo que representa un ligero aumento con respecto a cifras de 2022, indica el International Business Report (IBR), estudio que brinda información sobre las opiniones y expectativas de expertos en 10 mil compañías en 28 países.
La investigación revela en qué medida las empresas están innovando y adaptándose al remodelar sus cadenas de suministro internacionales, mientras buscan reducir el riesgo, aprovechar oportunidades y generar valor. Así es como toman diferentes medidas para aumentar la resiliencia, desde la planificación de sus inventarios hasta diversificar a sus proveedores, crear centros de fabricación locales y el «friend-shoring»: cerrar acuerdos con países ‘amigos’ que son políticamente más atractivos para los accionistas y clientes.
Se trata de varias soluciones de reconfiguración de la cadena de suministro, a las que se pueden sumar la diversificación de la base de suministro y la exploración de operaciones de localización, por ejemplo, a través de operaciones de proximidad o de relocalización, indica investigación de Grant Thornton.
“Las empresas que desarrollen una sólida comprensión de su entorno de riesgo y planifiquen con anticipación, crearán valor sostenible en sus cadenas de suministro y estarán bien posicionadas para crecer a medida que mejoren las condiciones económicas y el comercio se recupere”, dice Rafael Malla, socio Líder Servicios de Asesoría Financiera de Grant Thornton Chile.
El impacto de estos enfoques resulta de una variedad de factores, incluidos el sector, los recursos y el entorno normativo. Sin embargo, al invertir en las estrategias correctas y evaluar sus opciones, las empresas pueden mejorar la resiliencia de su cadena de suministro mientras mantienen un enfoque en los costos, añade.
En efecto, los costos de los productos siempre han sido una consideración clave, pero las empresas también deben sortear los costos de transporte fluctuantes, las restricciones comerciales y la confiabilidad y seguridad de las rutas comerciales. Como resultado, el comercio internacional se ha vuelto estratégicamente más complejo y requiere, cada vez más, de una solución multilateral.
“Históricamente, uno de los principales impulsores de la deslocalización hacia India o China fue el bajo costo de la mano de obra. Pero con el tiempo, las tasas de mano de obra han aumentado en estos países y, con los costos de transporte adicionales, la ecuación para los líderes empresariales ha cambiado”, añade Rafael Malla.
Consideraciones clave
Según fuentes de Grant Thornton, todo director ejecutivo debe tener tres consideraciones principales al optimizar su cadena de suministro, planteándose las siguientes preguntas:
En primer lugar, ¿qué tiene más sentido estratégicamente? ¿Dónde están los mercados, canales y segmentos de clientes que ofrecen un crecimiento sostenible y respaldan los objetivos generales de crecimiento del negocio?
En segundo lugar, ¿qué será más eficaz desde el punto de vista operativo y financiero? ¿Cómo podemos minimizar los costos en nuestra cadena de suministro mientras maximizamos las ganancias y mitigamos el riesgo al mismo tiempo?
Y, en tercer lugar, ¿cuál es la solución fiscalmente más eficiente? ¿Existen beneficios fiscales derivados de la forma en que estructuramos la cadena de suministro, los socios comerciales que utilizamos y las rutas de flujo de apoyo para llevar los productos al mercado?
Aquellas empresas que puedan triangular estos tres puntos con éxito y adaptar rápidamente la ejecución de su cadena de suministro son las empresas que prosperarán y ganarán participación de mercado.
El comercio internacional se vio sacudido inesperadamente en 2022 por la guerra en Ucrania, con el consiguiente aumento de los precios de la energía, de ciertos alimentos y del transporte. Pero esos impactos iniciales se han aliviado y las empresas ahora esperan recuperar el equilibrio, con los costos de envío globales regresando a los niveles previos a la pandemia.
“Antes de la pandemia o la guerra en Ucrania, muchos clientes ya estaban reconsiderando cómo optimizar el valor de sus cadenas de suministro. Estos eventos han llevado a las empresas a evaluar el riesgo y mirar con más urgencia la diversificación o la reubicación de la producción”, añade HYPERLINK «https://www.grantthornton.de/experten/griesmeier_alexander/» \o «External link – open a new window – External link – open a new window» \t «_blank»Alexander Griesmeier, Socio de Grant Thornton Alemania.
Las expectativas de exportaciones siguen siendo sólidas, a pesar de que los indicadores económicos son moderados: 2 de 5 empresas (40%) esperan un aumento en los ingresos de los mercados no nacionales en 2023 y una proporción similar planeaba aumentar la cantidad de países a los que venden este año. Y una mejor noticia sectorial: los exportadores de calidad, particularmente en alimentos y productos farmacéuticos, tendrán una gran demanda constante en los mercados de clase media en crecimiento, por ejemplo, en India y China.
Fuente: www.revistalogistec.com