Empresas líderes trabajan en droides que caminan y cooperan con colaboradores.
La automatización de procesos es un tema revolucionario que resulta difícil de ignorar. Los tediosos procedimientos que solíamos realizar nosotros, los seres humanos, ahora están siendo asumidos por inteligencias artificiales. Sin embargo, no solo las tareas mentales de oficina se benefician de este avance en la digitalización de la sociedad, ya que los almacenes de todo el mundo también están experimentando una transformación. Como si se tratara de una película futurista, los nuevos robots humanoides trabajan codo a codo con los colaboradores diarios, aliviando tanto literal como figurativamente la carga en sus espaldas. Un artículo reciente del Wall Street Journal profundiza en este fenómeno.
En un campo en constante evolución, destacan ciertos actores relevantes. Agility Robotics, Figure AI y Boston Dynamics se encuentran a la vanguardia en el diseño de robots que se asemejan cada vez más a los seres humanos. Estas innovadoras máquinas están siendo desarrolladas con la increíble capacidad de caminar libremente por los espacios de almacenamiento, alcanzar objetos ubicados en lo más alto de las estanterías, agacharse para colocar artículos en el suelo y realizar el levantamiento y movimiento de cajas. Sus habilidades desafían los límites físicos de la automatización en el ámbito industrial, abriendo nuevas posibilidades para optimizar las operaciones logísticas.
Si bien la automatización en las fábricas no es un tema nuevo, el proceso de cambio está evolucionando desde la utilización de máquinas que facilitan el trabajo humano hacia la implementación de robots capaces de reemplazar directamente a los colaboradores de carne y hueso, en caso de ser necesario.
Efecto futuro
En respuesta a los desafíos derivados de la escasez de personal y el aumento de los costos laborales, algunas compañías están adoptando una estrategia innovadora al construir almacenes que operan de manera totalmente automatizada, conocidos en el ámbito logístico como «almacenes oscuros». Estos sistemas de automatización avanzada representan una inversión significativa, con costos que alcanzan cifras millonarias y la necesidad de realizar construcciones específicas para su implementación exitosa.
Jonathan Hurst, director de robótica de Agility, comenta que los nuevos equipos con forma humanoide son una inversión que puede evitar la necesidad imperante de remodelar completamente las fábricas y almacenes, ya que su comportamiento más «orgánico» les permite simplemente caminar y acomodarse a nuevos espacios. «Pueden ingresar a las infraestructuras y adaptarse a los flujos de trabajo existentes», insiste Hurst.
Según el artículo del WSJ, Agility Robotics, respaldada por Amazon, creó un robot con forma humana llamado Digit, que tiene un aspecto verde azulado, plateado y negro, con ojos animados blancos. Mide 1,70 metros de altura, pesa 64 kilos y puede cargar hasta 16 kilos.
La hora del almuerzo
Aunque es fácil pensar en las máquinas como entidades frías y diseñadas exclusivamente para el trabajo, al igual que los humanos, también necesitan descansos ocasionales para llevar a cabo sus jornadas laborales de manera más efectiva. El droide de Agility Robotics, Digit, funciona durante dos horas por cada hora de carga. Esta condición hace necesario considerar la adquisición de múltiples máquinas que trabajen en grupo en lugar de utilizar solo una. «Está diseñado para funcionar como parte de una flota, donde dos robots trabajan mientras uno se carga», comentan.
En Boston Dynamics, uno de los desarrolladores de robótica más famosos y exitosos, se enfrentan directamente al problema de la actividad en función de la carga con su máquina llamada «Stretch». Cuenta con una batería capaz de almacenar suficiente energía para un turno de 16 horas sin interrupciones, lo cual resulta ideal para fábricas y almacenes. A diferencia de Digit, Stretch no es un humanoide, sino un brazo mecánico amplio y altamente móvil. Los proveedores logísticos de DHL Supply Chain han comenzado a desplegar estas máquinas para retirar paquetes de los remolques y colocarlos en una cinta transportadora en varios de sus almacenes en Estados Unidos.
«La mayoría de los operarios de almacén no están especialmente apegados a un tipo específico de robot, siempre y cuando realice el trabajo al ritmo adecuado, a un precio razonable y con un buen nivel de seguridad», comentó Kevin Blankespoor, director general de robótica de almacenes de Boston Dynamics.
Menos trabajo versus menos trabajos
Según Rueben Scriven, responsable de investigación en el sector de automatización de almacenes de la firma de análisis Interact Analysis, a diferencia de tecnologías más comunes como los brazos robóticos y los sistemas de almacenamiento y recuperación automatizados, que representan una amenaza menos tangible para los empleados, la presencia de un robot humanoide encarna de manera literal la posibilidad de pérdida de empleos.
Por su parte, los desarrolladores de robótica aseguran que sus clientes no están reemplazando puestos de trabajo, sino que buscan cubrir funciones en áreas donde los operadores tienen dificultades para encontrar colaboradores disponibles.
Fuente: www.mundomaritimo.cl