Inseguridad, desaceleración del consumo y acumulación de stock son algunas de las aristas que llaman la atención en la industria chilena este 2023. El nuevo año trae consigo la incertidumbre de enfrentar un escenario económico complejo, con una inflación por distintas situaciones geopolíticas y de salud, sin embargo, las industrias, en especial la de logística, se han ido preparando para enfrentar los retos.
Ciertamente, estamos viviendo momentos desafiantes tanto en Chile como en América Latina: complicaciones cambiarias, falta de divisas, inestabilidad, entre otros. Sin embargo, se proyectan mejoras para el sector durante el segundo semestre.
Ahondando un poco más en esto último, si bien se podría esperar que los primeros seis meses del año sean complejos, hay una posibilidad de estabilización. La logística es un sector clave que repercute y tiene un arrastre importante en todos los rubros. Todas las industrias, en mayor o menor medida, necesitan de la cadena de suministro y transporte para poder operar y ofrecer productos y servicios.
Baja en el consumo, stock y reducción de volúmenes
La crisis e incertidumbre generó que las compañías aumentaran su capacidad de stock, sin embargo, el incremento inimaginable de la demanda que se vio durante la pandemia, hoy no es el mismo. La baja en el consumo se ha percibido tanto online como físicamente y podría tener efectos en la economía del país en los próximos meses.
El comercio internacional, por su parte, se verá afectado de forma considerable mientras los stocks se mantengan altos ya que las órdenes de compra van a caer y eso supondrá una reducción de volúmenes tanto aéreos como marítimos. La estrategia de algunos clientes es empezar a producir en mercados de consumo más cercanos (nearshoring) y eso puede implicar que se reduzca el movimiento de mercancías sobre todo desde Asia. Los precios de los fletes están cayendo y eso también puede producir un descenso en los márgenes para la industria y puede afectar los resultados de las empresas de distintos rubros.
Estamos en el momento preciso para que la industria logística reaccione y proponga soluciones de valor al cliente, digitalice sus procesos y entregue una mejor experiencia al consumidor final. Hay que ser creativos para generar ahorros en la cadena logística y evitar una reducción mayor de volúmenes con el aumento de portafolio de servicios.
En este nuevo año habrá sectores más afectados que otros. El reto es mantener los niveles actuales y evitar una caída significativa en la actividad del comercio internacional. Aunque sea algo complicado y difícil, la meta es que los primeros seis meses podamos mantener los niveles conseguidos en años de pandemia.
Fuente: www.revistalogistec.com