Industria enfrenta muchos más retos a largo plazo que otros modos de transporte.
A pocas semanas de la reunión MEPC 80 de la OMI y con la entrada en vigor de nuevas normativas sobre combustible en la Unión Europea, los desafíos del transporte marítimo son más urgentes que nunca. Iniciativas como la navegación lenta, la modernización para ahorrar energía, la eficiencia de las rutas, diversas opciones de combustible aún en fase de desarrollo y la renovación de la flota, hacen que la industria siga enfrentándose a muchos más retos que otros sectores del transporte, relata SeatradeMaritime.
Un análisis de Clarksons Research publicado recientemente dice que es probable que las emisiones del transporte marítimo -medidas de tanque a buque- representen este año el 2,1% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Esta cifra es inferior a la del año pasado (2,3%), debido sobre todo a la disminución de la velocidad de los portacontenedores, que durante el primer trimestre de este año han navegado a velocidades nunca vistas.
Según Clarksons, el mayor contribuyente en términos de emisiones es el sector de generación de energía, con un 39%. En el transporte, la navegación es una fuente importante de emisiones de carbono, pero sale bien parada frente a otras formas de transporte, habida cuenta de su papel esencial en la economía mundial.
Problemas a largo plazo
Las emisiones de dióxido de carbono del transporte marítimo se redujeron alrededor de un 14% entre 2009 y 2019, según las estimaciones de Clarksons, a pesar de que el sector movilizó alrededor de un 40% más de carga al final de ese período.
Por el contrario, las emisiones por carretera aumentaron alrededor de un 20% y el transporte aéreo alrededor de un 25%. La eficiencia del transporte marítimo en cuanto a emisiones de carbono también es comparable: el ferrocarril es tres veces más intensivo en carbono y los camiones más de diez veces.
Sin embargo, la trayectoria a largo plazo del sector marítimo es mucho más incierta que la de otros modos de transporte, señaló Clarksons. En el caso de la carretera y el ferrocarril, la adopción de la electrificación y los objetivos gubernamentales están en marcha: el 14% de las ventas de autos de 2022 correspondieron a vehículos eléctricos.
En la aviación, hasta el 65% de los objetivos de reducción a cero en 2050 se alcanzarán con biocombustibles sostenibles, según la IATA. Otro 13% procederá de nuevas tecnologías como el hidrógeno y la electricidad. Mientras que el 19% provendrá de las compensaciones y la captura de carbono, y el resto de la eficiencia operativa y de infraestructuras.
Fuente: www.mundomaritimo.cl