No obstante, esto puede volverlas vulnerables a shocks políticos, operativos o financieros.
Una de las señales más tangibles de los desafíos de la cadena de suministro durante la pandemia fueron los estantes vacíos. La escasez de inventarios llevó a muchas empresas a realizar pedidos excesivos y reducir los niveles de existencias a finales de 2022 y hasta 2023. Si bien es comprensible querer reducir los inventarios en un entorno de altas tasas de interés, mantener un enfoque just in time puede dejar empresas vulnerables a shocks futuros, ya sean de tipo políticos, operativos o financieros, advierte un reporte de S&P Global.
Los datos del Índice Global de Gerentes de Compras (PMI) de S&P indican que la mayoría de las empresas están volviendo a sus estrategias de inventario previas a la pandemia, con existencias manufactureras de productos terminados en retroceso durante nueve de los 10 meses hasta septiembre de 2023. Si bien el sector de la informática ha experimentado una caída de inventarios particularmente notable, la desaceleración en los bienes de consumo ha sido más esporádica.
Los datos financieros corporativos presentan un panorama mixto. Al 30 de septiembre de 2023, la relación inventario-ventas de Russell 3000 para fabricantes y minoristas fue del 54,1% en los últimos tres meses, en comparación con un promedio del 50,1% para el período 2016-2019.
El elevado nivel no es necesariamente indicativo de un cambio en los patrones de inventario, ya que está por debajo del máximo del 54,8% alcanzado en marzo de 2023.
Entonces ¿a qué se debe?
El elevado nivel es causado por un puñado de sectores. La indumentaria (incluidos retail y fabricantes) tiene una relación inventario-ventas del 74,7% frente al 68,6% histórico, mientras que la electrónica (excluidos los semiconductores) se sitúa en el 39,1% frente al 29,9% histórico. Las empresas de ambos sectores están comprometidas a reducir sus inventarios.
Los sectores con ciclos de ventas más largos, como los bienes durables para el hogar, están más cerca del equilibrio. En septiembre de 2023, la relación inventario-ventas de ese sector era del 55,0%, muy por debajo del máximo del 64,7% de un año antes y en línea con el promedio histórico del 54,9%.
Según una investigación sobre las condiciones crediticias de S&P Global Ratings, solo unos pocos sectores en Norteamérica planean aumentar sus inventarios en 2024. Estos incluyen contenedores y embalajes, automóviles, atención médica y farmacéutica, y constructores de viviendas. Otros esperan mantener o reducirlos.
En los próximos tres años, se prevé que entre el 20% y el 50% de las empresas de diversos sectores ajusten sus cadenas de suministro. S&P global espera que la proporción supere el 50% para los bienes de capital y los productos de consumo.
¿Diversificación o reducción de costos?
Las empresas pueden reducir los riesgos de la cadena de suministro implementando estrategias de diversificación de proveedores y relocalización (reshoring). Los dos suelen estar interrelacionados, pero la diversificación de proveedores puede pasar de moda dependiendo de la necesidad de reducir costos. “En los próximos tres años, las empresas pueden centrarse en medidas de reducción de costos que podrían llevar a listas de proveedores más cortas y a una mayor concentración de pedidos entre menos proveedores para asegurar mejores precios”, proyecta el reporte.
Los datos de Panjiva muestran que entre los 500 principales importadores estadounidenses de 2019 a 2023, el número de proveedores (expedidores) por comprador final (destinatario) aumentó un 13% en 2021 en comparación con 2019. Esto indica el uso de más proveedores para gestionar las disrupciones.
Sin embargo, en 2022, hubo una disminución del 2%, mientras que los datos de los 12 meses hasta el 30 de noviembre de 2023 sugieren un retorno al 3% por debajo de los niveles de 2019. A nivel sectorial, hay señales de un repunte más extremo entre las empresas de bienes de consumo duraderos durante la pandemia. Al mismo tiempo, la reducción de la diversificación también ha sido más rápida: el número de proveedores por comprador en 2023 disminuyó un 8% respecto a 2019.
La industria automotriz ha seguido ampliando el número de proveedores por comprador. Esto refleja potencialmente el cambio del sector hacia la producción de vehículos eléctricos mientras mantiene su producción de motores de combustión interna.
A largo plazo, abandonar la diversificación puede generar problemas en caso de riesgos de un solo proveedor o problemas sistémicos, incluida la influencia geopolítica y las interrupciones de la red logística a gran escala.
Fuente: www.mundomaritimo.cl