Son cinco los tratados comerciales que tienen cambios el presente año. Expertos opinan sobre los alcances de estos ajustes arancelarios para el país.
Como una forma de generar beneficios mutuos entre quienes lo conforman, los Tratados de Libre Comercio buscan incrementar el volumen de transacciones de diversos productos entre dos o más países y, de esta forma, poder aportar al crecimiento de la economía local por medio del aumento del Producto Interno Bruto y generando escenarios mucho más atractivos y competitivos entre sus participantes.
Es por esto que se ha destacado la entrada en vigencia desde el 1 de enero de los ajustes arancelarios en cinco de los 33 acuerdos comerciales suscritos por el país y que permitirán que muchos productos queden con un arancel de 0%, esto significa que entren mercancías sin el impuesto de internación y que en Chile es del 6% ad valorem.
Esto, a juicio del Director de la Escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Valparaíso, Lisardo Gómez Bernal, “puede facilitar la adquisición de bienes importados a un menor precio, en especial cuando se trata de productos específicos como medicamentos, tecnología. Todo eso significa un país más abierto al intercambio, un país más moderno”.
Pero además de estos beneficios de carácter arancelario, implícitamente pueden surgir mejoras en otros aspectos económicos. El Dr. (c) Orlando Robles Palacios, académico en Economía de la Facultad de Ciencias Sociales, Empresariales y Jurídicas de Universidad de La Serena, comenta que “las oportunidades también pueden traducirse en más opciones de empleo y, en ocasiones, en el acceso a recursos tecnológicos más abundantes y avanzados”.
Opinión que es compartida por su colega de la Universidad de Valparaíso, al afirmar que “esto abre un camino a mayor competitividad y a su vez genera mayor capacitación, integración, modernidad, tecnología”, explica Gómez Bernal.
Robles Palacios valora las instancias de competitividad que suelen llegar para los mercados al intercambiar diversos productos con otros países y de este modo, comiencen a arribar bienes con precios más convenientes o de mejor calidad “y eso implica un plus, finalmente, para las economías de destino de las mercancías”.
Eso sí, el profesional serenense destaca que la mera existencia de estos acuerdos comerciales no garantiza una dinamización de las economías, “la calidad y los estándares de las mercancías, las ventajas comparativas y competitivas de los países y sus empresas, las distancias geográficas, variables climáticas, e incluso las convulsiones políticas y sociales en los territorios, también desempeñan un papel fundamental”.
Cabe destacar que dentro de las mercancías que serán parte de este ajuste arancelario, se pueden encontrar carnes, como la de ave o bovina, así como productos derivados de la leche, trigo, arroz, frutas y verduras. Asimismo, artículos como cemento, manufacturas textiles, caucho, lavadoras y otro tipo de tecnologías, llegarán al país con una rebaja de impuesto.
Fuente: www.agendamaritima.cl