La Organización Marítima Internacional no tiene normativas sobre la denominación de los buques, pero sí normas para asignarles números de identificación permanentes.
Lista de órdenes asciende a más de 900 buques, y se espera que este año las entregas añadan 1,4 millones de TEUs.
Tras obtener beneficios récord durante la pandemia las líneas navieras se lanzaron en la compra de buques con un menor rango de consumo de combustible en astilleros surcoreanos y chinos, donde la construcción puede durar 18 meses o más. Muchas de esas nuevas naves comenzarán a llegar en 2023, año en el que muchos analistas pronostican que el comercio mundial se estancará debido a una combinación de perturbaciones, entre ellas el riesgo de que algunas de las mayores economías entren en recesión., reporta Bloomberg.
Incluso, la Organización Mundial del Comercio (OMC) prevé que los volúmenes crecerán sólo un 1% en 2023, una fuerte desaceleración respecto al 3,5% estimado el año pasado.
Según el recuento más reciente de Drewry, la lista de órdenes asciende a más de 900 buques, y se espera que sólo este año las entregas añadan 1,4 millones de TEUs a la flota. Esto equivale aproximadamente al 5% del total mundial actual. Según Drewry, se espera que la nueva capacidad aumente en la cifra récord de 2 millones de TEUs el año que viene y 2,1 millones en 2025, hasta alcanzar los 27,2 millones, casi un 50% más que una década antes.
Aunque algunos buques más antiguos se enviarán a desguazar y algunos pedidos pueden retrasarse, el sector se enfrenta a un problema- autoinfligido- de exceso de oferta. «No hay forma de que las navieras puedan permitir que toda la nueva capacidad programada llegue según lo previsto», afirma Simon Heaney, director de investigación de contenedores de Drewry. «Tendrán que retrasar, demoler, inmovilizar y anular salidas para controlar el exceso de capacidad».
Según Lee Klaskow, analista de logística de Bloomberg Intelligence, los precios de los fletes marítimos de contenedores han caído un 80% desde los máximos alcanzados durante la pandemia y es probable que se mantengan cerca de los niveles actuales, o que bajen debido al equilibrio entre oferta y demanda, que se ha vuelto en contra de los operadores de buques.
MSC lidera las compras y hace un año superó a Maersk como la mayor línea naviera portacontenedores del mundo por capacidad. Ambas anunciaron la semana pasada que en 2025 romperán la alianza de buques compartidos que firmaron hace ocho años para poder seguir caminos diferentes: MSC, a través de su inmensa flota, y Maersk como un proveedor logístico más diversificado. De hecho, sus libros de órdenes reflejan las divergencias.
Según los datos de Alphaliner, MSC tiene 133 buques ordenados, frente a una flota de 721 buques propios y fletados. Maersk, por su parte, sólo tiene 29 buques encargados para complementar su flota de 701 unidades. MSC recibirá este año los buques más grandes jamás construidos, cada uno con capacidad para más de 24.000 contenedores.
Sin embargo, las líneas navieras no gastan cientos de millones de dólares en un nuevo portacontenedores para hacer una rápida fortuna. Matson, basada en Honolulu, anunció en noviembre sus planes de adquirir tres nuevos buques por unos US$1.000 millones. Su CEO, Matthew Cox, afirma que esperan que estas naves se utilicen durante 40 años, complementando su flota actual de buques.
Fuente: www.mundomaritimo.cl