Competencia por atraer producción y redefinición de la gestión del transporte.
Mientras los ejecutivos de las grandes marcas de retail del mundo buscan alternativas para reubicar la producción fuera de China en países de Asia, África e incluso América, los freight forwarders también enfrentan un desafío de cara a cómo incorporar tecnología y sustentabilidad a sus soluciones logísticas frente a un mundo que exige integración en cada paso de la cadena de suministro. Así, el supply chain global enfrenta un cambio de paradigma que se suscita luego de tres años de disrupciones de una pandemia global que bajo un aparente control ha desatado una nueva forma de ver la industria.
Lo cierto es que hay una necesidad generalizada de sumar resiliencia a la cadena de suministro global, desde los freight forwarders hasta los proveedores, de manera que ante cualquier disrupción futura el supply chain sufra lo menos posible sin afectar al consumidor y su comportamiento que impulsa la demanda.
Freight forwarders
“Ya no cuentan con activos. Aunque algunos tienen camiones y bodegas, ya no operan embarcaciones o aviones. En vez, se apoyan en sus equipos humanos para que coordinen y gestionen los diferentes stakeholders que sí tienen activos en la cadena de suministro. Todos tienen el mismo objetivo, solo que cada quien lo hace desde una perspectiva diferente, con el objetivo final de servir al cliente a un precio favorable. Covid-19 le ha dado a todos una alerta respecto de la importancia de la digitalización”, comenta el analista experto Jon Monroe en LinkedIn, haciendo referencia a la mentalidad que soporta este cambio de estrategia donde los forwarders están integrando sus servicios end-to-end con el apoyo de tecnologías y a través de la tercerización en algunos pasos de la cadena de suministro.
Fuga china
Por su parte, los dueños de la carga están generando su propio tren de olas en el supply chain con la salida de China, mientras buscan proveedores y fabricantes en países en el resto de Asia, en África e incluso en América. Para economías como la de India, México, Vietnam, Camboya y Filipinas el influjo de actividad industrial sería bienvenida. Así, se preparan para atraer a fabricantes como Nike, Apple, Mattel, a través de subsidios, beneficios impositivos y otras ventajas para no solo igualar sino que superar la oferta productiva que China ha disfrutado ofrecer durante las últimas casi tres décadas.
Sin embargo, las batallas tarifarias, la pandemia y las tensionadas relaciones entre Estados Unidos y China juegan en favor de la diversificación de la producción hacia otros mercado. Sin duda, una mala noticia para China, donde las cifras ya revelan este cambio: inversión extranjera directa en China cayó 43% en 2022 interanual a US$190.000 millones según datos de saldos de pagos al país. Además, la participación del mercado de manufactura del gigante asiático al 2021 era de 31%, según datos de la ONU, versus el 26% del que gozaba en 2017. En 2021, India dominaba un 3%, México un 1,5% y Vietnam apenas un 0,6%.
El desafío para la infraestructura
La pregunta que surge aquí es si frente a estos cambios en el manejo de los freight forwarders y las nuevas rutas que surgirán de la nueva ubicación de los proveedores es ¿está preparada la infraestructura? Resulta atractivo para países menos desarrollados de Asia, África y América atraer la producción que se escapa desde China para impulsar sus propias economías, pero lo cierto es que tanto sus puertos, aeropuertos, carreteras, ferrovías e incluso capacidad de bodegaje podrían bien no estar capacitados del todo para absorber un repentino aumento del flujo de carga, lo que resultaría en el colapso del sistema en muchas localidades donde primero habría que adecuar los espacios e instalaciones frente a una demanda proyectada.
Colpaso del exceso de capacidad
Mientras se redefine el mapa mundial de producción, los contenedores vacíos inundan patios de carga, delatando un panorama sombrío para la demanda de carga. Quizás sea precisamente esta baja demanda la oportunidad ideal para concentrar las energías en una nueva estrategia.
Según datos del Europe Container Market Forecaster publicado por Container xChange, los puertos de Europa están sufriendo con un exceso de contenedores que están causando cuellos de botella y colpasando patios y espacio de bodega. La sobreoferta de carga está afectando el precio de los contenedores y tarifas de arriendo. “Hemos visto una caída sostenida en la demanda en la ruta Asia-Europa desde el verano [septentrional] de 2022, que se ha reflejado en bajas en las tarifas spot”, comenta Christian Roeloffs, CEO con-fundador Container xChange. “Esto está impulsando a las navieras a cortar servicios o desviar capacidad hacia rutas regionales, lo cual está dejando contenedores vacíos abandonados en toda Europa —Hamburgo, Róterdam, Amberes— en vez de ser enviados de regreso a Asia y otros mercados de origen para ser cargados nuevamente con exportaciones una vez que la demanda se normalice”, añade el analista.
Fuente: www.mundomaritimo.cl