Desvíos de rutas marítimas generan preocupación por el aumento de emisiones de carbono

Se prevé un incremento por cada día que dure el conflicto en el Mar Rojo de 162.727 toneladas.

En medio de las crecientes tensiones geopolíticas y problemas climáticos a nivel global, las líneas navieras están buscando alternativas ante las dificultades presentes en el escenario actual. En este contexto, naves que tradicionalmente seguirían rutas directas están optando por desvíos más largos, con consecuencias tanto en términos de tiempo como de emisiones de carbono, reporta Time.

Los buques que parten del puerto chino de Shanghái con destino a Nueva York, por ejemplo, están optando por recalar en Los Ángeles y cruzar Estados Unidos en camión. De manera similar, las naves que usualmente navegan a través del Canal de Suez en la ruta Europa-Asia están desviándose alrededor de África. Estas alternativas, además de ser más lentas y costosas, representan un aumento considerable de las emisiones de carbono.

Más emisiones, más problemas

Jacob Armstrong, responsable de política marítima en la organización Transport & Environment con sede en Bruselas, calculó el impacto ambiental de estas desviaciones. Tomando como ejemplo al «Al Zubara», que normalmente atraviesa el Canal de Suez desde Róterdam hasta China, se espera que emita 2.519 toneladas (t) adicionales de CO2 al desviarse por Sudáfrica, totalizando 10.360 t. En la ruta normal a través de Suez emitiría 7.841 t de CO2.

Y no se trata solo del “Al Zubara”, dada la interrupción del comercio mundial y el desvío del 95% del tráfico a través del Canal de Suez (considerando una media de 68 tránsitos diarios a través de la vía), se estima que podría haber un aumento por cada día que dure el conflicto de 162.727 t de emisiones de CO2, equiparable a las emisiones de una central eléctrica de gas natural en cinco meses.

El problema es la velocidad

Sin embargo, algunos expertos, como Jean-Paul Rodrigue, profesor de administración de empresas marítimas en la Universidad A&M de Texas-Galveston, señalan que este desvío tendría un impacto climático marginal en comparación con otras fuentes importantes de emisiones. A pesar de ello, cada tonelada de emisiones cuenta, especialmente en un contexto donde cambios climáticos inesperados afectan al transporte global, como la sequía en importantes rutas fluviales.

El impacto climático de los desvíos también se relaciona con la velocidad del transporte marítimo. Armstrong sugiere que, si las navieras redujeran su velocidad en un 10%, las emisiones totales del sector podrían disminuir hasta un 30%, lo que supondría una mejora significativa considerando que el transporte marítimo es responsable del 2% de las emisiones globales. La velocidad del transporte, según Armstrong, se presenta como la mayor amenaza para el impacto climático, y reducir la velocidad emerge como una medida simple pero efectiva para mitigar este impacto.

Siguiendo en el tema de la velocidad, Time también comenta que la industria podría empezar a considerar bajar la rapidez de navegación una vez que los Canales marítimos operen de manera normal nuevamente, tomando como base el hecho de que los desvíos actuales estarían teniendo poco impacto en el consumidor final de los productos movilizados.

Fuente: www.mundomaritimo.cl