Desafíos de la industria logística en Chile durante el 2024

La industria logística a nivel nacional deberá prepararse para importantes transformaciones, con el fin de responder a los cambios en las demandas de los consumidores y las nuevas tecnologías en materia de distribución.

Uno de los principales retos será la omnicanalidad, es decir, la necesidad de las empresas de ofrecer productos en todas las plataformas, en base a un cliente cada vez más conectado. Esto obligará a los operadores logísticos a procesar y despachar pedidos desde diferentes puntos de venta, centros de distribución o directamente desde las tiendas minoristas. De esta manera, se deberá tener especial foco en la tecnología y trazabilidad, contando con sistemas logísticos integrados.

Las empresas por su parte necesitarán tener visibilidad en tiempo real de sus inventarios disponibles en todas las centrales. Optimizar estos niveles es una de las principales pruebas. Por otro lado, se requerirán más centros de distribución y hubs de cross-docking, que permitan despachos rápidos y eficientes hacia los diferentes canales. Esto a su vez, demandará fuertes inversiones.

Además, se requerirá el diseño de redes de transporte flexibles, junto con nuevas alianzas con retailes y empresas especializadas. Por su parte, el aumento de las ventas online traerá consigo más devoluciones de productos. Administrar correctamente estos flujos de retorno, capturando datos y reintegrando inventario rápidamente corresponderá a todo reto operativo y financiero para quienes deban realizar estas operaciones.

La personalización de los despachos y los tiempos de entrega más cortos, serán también una exigencia creciente. Para cumplir con esto, las últimas tecnologías como drones, robots y software avanzado serán claves al momento de mantener a los usuarios correspondientes de forma óptima.

En este sentido, algunos puntos importantes a resolver serán principalmente la segmentación de clientes, modelos de predicción de demanda, trazabilidad de pedidos, entregas flexibles, garantía de una positiva experiencia post-venta, e igualmente, la sustentabilidad y reducción de la huella de carbono que se emite.

El uso de energías limpias en transporte y almacenes, empaques ecológicos y la optimización de las rutas de reparto, serán esenciales. Las empresas que no se suban al aporte con el medio ambiente, tendrán dificultades al momento de gestionar de manera beneficiosa a sus clientes, ya que se trata de un aspecto fundamental en la actualidad, teniendo en cuenta las diversas problemáticas en torno al cambio climático.

En definitiva, con los continuos avances tecnológicos y los cambios en el comportamiento del consumidor, se plantean una serie de exigencias inéditas para quienes mueven los productos de la fábrica hasta la vivienda del usuario final de la compra. Básicamente, un desafío enriquecedor para el sector logístico a nivel nacional.

Fuente: www.emb.cl