Baja de demanda de productos en favor de viajes, entretenimiento.
Luego de tres años de bonos económicos y ofertas del e-commerce que tensionaron la cadena de suministro a su máxima demanda histórica, los consumidores, presionados por la alta inflación y el exceso de stock de productos, ya no tienen el mismo impulso por comprar. Sin demanda del retail no hay carga, y sin carga no hay movimientos en el shipping internacional. Al menor volumen de carga se suma el cambio de paradigma de la salida de los grandes proveedores desde China y su migración hacia mercados productivos como Vietnam, Cambodia, Balgladesh, Pakistán, India e incluso México, lo cual estaría por redefinir las principales rutas comerciales que históricamente han dominado.
Lenta demanda
La lenta demanda actual es el contexto en el que se dará la negociación de contratos del año -temporada recientemente inaugurada durante la conferencia TPM23- y que resultará interesante considerando que las tarifas spot están bordeando los US$1.000 por contenedor de 40 pies. Lo cierto es que los precios de los fletes se deben ajustar a las proyecciones de consumo, que han dejado atrás los últimos tres años de compras impulsadas por la pandemia y están volviendo hacia los gastos en servicios como viajes, entretenimiento y otras instancias de actividades y tiempo de familia.
Asimismo, la actividad de consumo de productos se ha volteado hacia retailers de bajo costo, como supermercados y tiendas de descuento, parte de un comportamiento más recatado de cara a la alta inflación sumada a una posible recesión.
Asegurar las tarifas
Así, lo que aconsejan los especialistas es que las navieras aseguren las tarifas más pronto que tarde. Si bien los valores actuales de US$1.000- US$2.000 son bajos comparados con los históricos valores de US$15.000- US$25.000 registrados hace apenas 12 meses atrás, lo cierto es que los precios del momento están cerca del límite inferior más bajo que pueden alcanzar. “Las tarifas podrían oscilar entre US$1.500- US$2.200. Tarifas muy bajas no son favorables para nadie”, dice el analista Jon Monroe en su análisis semanal al que MundoMaritimo accede de forma exclusiva.
Capacidad al alza
Sin embargo, mientras los consumidores mundiales guardan su dinero y los productores redefinen sus proveedores, las navieras continúan programando entregas de nuevas y más grandes embarcaciones como parte de las inversiones de sus ganancias pandémicas. MSC espera para abril la llegada de cinco buques megamax que irán directo a los servicios nuevos que la naviera desplegará una vez fuera de la alianza 2M.
Fuente: www.mundomaritimo.cl