La «última milla transaccional” en el contexto de las compras comerciales en línea es un término que utilizamos para una acción que a menudo pasa desapercibida, pero que desempeña un papel crítico en la seguridad y la percepción de una marca por parte de los consumidores. Se denomina como el último eslabón de la cadena en el proceso de validaciones transaccionales, específicamente en la notificación transaccional que los consumidores reciben luego de que se concrete la transacción. Pero este tiene un punto débil, y es que, si esta notificación se envía a través de canales inseguros, todos los esfuerzos de seguridad previos pueden verse comprometidos.
Si esa notificación de confirmación de transacción es enviada por un canal utilizado comúnmente para fraudes, se pierden todos los esfuerzos de seguridad hechos previamente y dejan expuestos a los consumidores a ser víctimas de estafas. Además, afecta directamente a la empresa, ya que puede resultar que por este motivo la transacción no se termine de realizar o que no se concrete el proceso final de venta y, como consecuencia, la empresa no logre concretar la venta, afectando incluso en la pérdida de confianza en la marca.
Hemos sido testigos de mensajes de texto enviados por números no corporativos, donde existen mensajes reales sensibles y estafas comunes bajo un mismo remitente, que buscan que el usuario entregue sus datos, lo que claramente genera confusión y desconfianza en los consumidores. En este sentido, es fundamental que las empresas utilicen canales seguros y habilitados para la comunicación de información crítica.
Como recomendación, se espera que las empresas utilicen canales seguros y específicamente habilitados para tales propósitos. Esto se logra a través de mensajes texto enviados mediante un número corto de cuatro dígitos corporativo, ya que estos cuentan con trazabilidad y estrictos niveles de servicios otorgados contractualmente por las operadoras móviles. Para lograrlo, resulta fundamental establecer una alianza estratégica con empresas como REAL-TIME, las cuales mantienen conexiones directas y acuerdos contractuales con cada operadora móvil. Esta estrategia representa la manera más efectiva de garantizar al 100% que el servicio funcione a través de un canal seguro diseñado específicamente para este tipo de operaciones, asegurando no solo la conectividad con las operadoras móviles, sino también un entendimiento de los mecanismos necesarios para mantener la seguridad de los datos.
Además, es primordial mantener al cliente educado sobre los métodos de estafa y cómo prevenirlas o no caer en ellas. La transparencia y acción proactiva de cuando la empresa entrega tips para identificar una comunicación fraudulenta pueden ayudar a restaurar, mantener o mejorar la confianza de los consumidores.
Actualmente estamos en un escenario de mucha incertidumbre tecnológica, donde la población duda de qué mensajes pueden ser perjudiciales o no, y esto resulta en que los consumidores quieren ser notificados de todo, de manera segura, eficiente y oportuna. Esta ansiedad debe ser calmada con mensajes claros y confiables, por lo que la calidad y la seguridad serán piezas claves para que las empresas puedan desarrollar sus comunicaciones frente a este comportamiento de las generaciones que se adecuan a las necesidades tecnológicas.
Fuente:www.revistalogistec.com