Por Ricardo Escobar, Gerente General de Yango Delivery Chile.
Con una reputación de innovación, nuevas empresas y una economía favorable a los negocios, “Chilecon Valley” ha prosperado en las últimas décadas como una estrella brillante en el panorama de la innovación y las tecnologías en América Latina. Pero, al mismo tiempo, ha estado plagado históricamente de los mismos problemas que afectan a sus vecinos regionales, incluida una inversión insuficiente y servicios de mala calidad en una variedad de sectores importantes.
La logística de última milla no ha sido la excepción. Un informe del Banco Mundial previo a la pandemia, por ejemplo, demostró que a pesar de haber subido del puesto 46 al 34 en competencia logística mundial, las capacidades de “seguimiento y localización” de Chile cayeron del puesto 34 al 44 a nivel mundial. Esto refleja la naturaleza a menudo desigual del progreso económico en América Latina, especialmente cuando se trata de los servicios necesarios para garantizar una satisfacción del cliente que sea consistente en el tiempo.
En palabras simples, la logística de última milla trata de cómo las empresas completan el eslabón final en un proceso de compra que pone en tus manos un producto o servicio que solicitaste desde un centro de despacho. Es un área de negocios que requiere la resolución de problemas complejos y avanzados para hacer frente a una variedad de desafíos dinámicos y en constante cambio, incluida la planificación de rutas, la falta de transparencia y los altos costos.
Todo eso suena como los típicos obstáculos que enfrentan las pequeñas y medianas empresas chilenas, donde la creciente demanda de los clientes por entregas rápidas y eficientes, impulsada en parte por la pandemia, ha enfrentado a estas compañías al desafío de cómo superar el problema de la logística de última milla y brindar un servicio igual o superior al que brindan sus competidores más grandes y mejor financiados.
Según el último informe de McKinsey, el financiamiento para nuevas empresas de logística casi se duplicó en 2021 y las empresas de entrega de última milla recibieron una afluencia importante de capitales. Cualquier start up en América Latina que pueda aplicar tecnología para democratizar una de las canchas de juego más desiguales para las Pymes, estará ayudando a convertir un entorno empresarial de comercio electrónico tan fértil como el chileno en uno de clase mundial, tanto para los inversionistas como para los consumidores.
La clave para convertir la logística de última milla de Chile desde una mochila pesada a una propulsada por cohetes para las empresas más pequeñas se encuentra en la aplicación de tecnología logística inteligente. Innovaciones como la planificación de rutas impulsada por algoritmos revolucionarán la capacidad de las Pymes para ofrecer servicios de entrega inmejorables y retener a un número creciente de clientes satisfechos, democratizando el acceso a invenciones logísticas que impulsarán el crecimiento de miles de emprendimientos en todo el país.
Un uso intensivo de la tecnología en el sector logístico reducirá el tiempo de entrega, bajará los costos en un 20% y disminuirá la carga de un call center hasta en un 40%. También contribuirá a generar una operación más sostenible, al utilizar de manera más efectiva los vehículos de la flota. Eso no solo reducirá las emisiones en la que se considera una de las partes más lentas e ineficientes del proceso de pedido, si no que será un avance concreto para una de las industrias menos respetuosas con el medio ambiente.
Por último, garantizará una mayor transparencia en un sector industrial que tiene una reputación de opacidad que resulta frustrante. Solo imaginemos la posibilidad de que clientes y empresas puedan rastrear sus pedidos en tiempo real, recibir tiempos estimados de llegada increíblemente precisos y tener la garantía de que todas las entregas están totalmente aseguradas.
Mientras más utilicemos las soluciones de última milla impulsadas por algoritmos, más rápidamente crearemos un entorno más verde y menos congestionado donde vivimos y trabajamos. Junto con eso garantizamos que el auge del comercio electrónico chileno le estará dando a las Pymes una oportunidad de crecer en forma sustentable y con una mayor satisfacción del cliente.
Todo esto revolucionará la forma en que innumerables empresas chilenas organizan su logística de última milla, y en Yango Delivery estamos entusiasmados de contribuir a democratizar la tecnología logística en una industria cada vez más importante.
Fuente: www.latercera.com