Inundaciones, sequías, aumento de temperaturas en épocas de frío, alza en el nivel del mar y fenómenos meteorológicos que azotan a distintas partes del mundo. Si no contrarrestamos la alta producción de emisiones, en los próximos años solo irá empeorando la situación.
Desde WWF mencionan que los indicadores son preocupantes. Sobregiro ecológico global, pérdida de biodiversidad y contaminación nos ha llevado del calentamiento global a la era de la ebullición global. Los límites de la naturaleza y el planeta están sobrepasados. Si todo el mundo viviera como un habitante de Chile, se necesitarían 2.71 planetas Tierra para mantenerse.
En ese sentido, además de reducir emisiones, restaurar bosques y prevenir cada vez mejor los incendios forestales, es esencial avanzar en la descarbonización profunda de todas las áreas de actividad económica. Las cadenas de suministro albergan un enorme potencial para hacerlo, lo que significa que la primera parada en el camino hacia la neutralidad de carbono es la logística.
Las tecnologías actuales no pueden reducir todas las emisiones. Sin embargo, hay tres pasos esenciales que deben tomarse en cuenta cuanto antes:
Optimice su cadena de suministro. Esto es esencial para ayudar a descarbonizar las rutas de transporte. Al maximizar la capacidad de carga de los vehículos, se disminuyen las distancias recorridas, la cantidad de viajes y vehículos, y se evita la duplicación de rutas; por lo tanto, se disminuye la emisión de gases contaminantes.
Cambiar combustibles. La palanca más crítica y efectiva para las cadenas de suministro es el uso de combustibles sostenibles. Hay dos tipos: los biocombustibles y los combustibles sintéticos. Su impacto ambiental varía según su fuente, el proceso de producción y dónde se utilizan (transporte aéreo, marítimo o terrestre).
La aviación es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro negocio y, por lo tanto, el área donde es posible lograr los mayores ahorros. Hoy en día, los biocombustibles pueden reducir las emisiones del transporte aéreo en un 80% y más. Con soluciones alternativas aún no disponibles, el despliegue de combustibles de aviación sostenibles (SAF) es la opción principal en este modo de transporte a corto y mediano plazo. Hasta la fecha, los combustibles sostenibles son escasos y los sitios de producción están a punto de aumentar, por lo que cambiar los combustibles fósiles lo antes posible ayudará a garantizar que cumpla con sus próximos objetivos de descarbonización. Cabe recalcar que esta solución depende de varios aspectos claves: necesitamos la producción masiva de estos combustibles sostenibles, su accesibilidad y el apoyo de los sectores privados y públicos para que el uso de estas fuentes sea práctico.
Adopta la última tecnología. Implementar la última tecnología disponible para todos los modos de transporte a lo largo de la cadena es crucial. Los aviones eléctricos y de hidrógeno aún están en fase de desarrollo, pero funcionar con SAF puede reducir casi todas las emisiones del transporte aéreo. En línea a esto, DHL ya adquirió hasta 12 aviones eléctricos de carga que se activarán a partir del 2027.
Respecto al transporte marítimo, la última tecnología en buques ayuda a reducir las emisiones de carbono hasta en un 30%. Si se usa en combinación con combustibles marinos sostenibles, existe un enorme potencial para reducir las emisiones del transporte marítimo.
Mientras que, para el transporte de mercancías por vía terrestre, los vehículos eléctricos son el futuro. Ya se están desplegando en todas las redes para rutas de transporte de primera y última milla. Para distancias más largas y camiones más grandes, una gama de tecnologías sostenibles está disponible para el transporte de línea verde, que van desde el uso de biodiésel, biogás y los primeros camiones pesados que funcionan con celdas de combustible de hidrógeno y baterías eléctricas también están en el camino.
Por último, pero tal vez lo más importante a considerar, son los puntos principales que las compañías deben tener en cuenta al invertir en soluciones climáticamente neutras:
• Las tendencias en sustentabilidad identificadas, emergentes en la industria, así como las preferencias de clientes y lo que impulsa o aumenta su lealtad.
• Funcionalidad y relevancia de la tecnología. ¿Qué tan accesible y disponible es la tecnología? ¿Hará que las operaciones sean tan eficientes como sostenibles?
• Proveedores e implementación: quiénes serán, cómo se puede probar esta tecnología y, finalmente, cómo y cuándo se puede implementar.
Fuente: www.revistalogistec.com