Existen claros indicios de recuperación económica para América Latina y el Caribe. Por ejemplo, las líneas aéreas de la región obtuvieron los únicos resultados positivos en los volúmenes de carga, en comparación con mayo de 2022, con un aumento del 3,6%.
Los registros de la zona latinoamericana mejoran con respecto a abril (-1,6%), mientras que la capacidad en el mes analizado aumentó un 14,7% interanual. En su análisis global, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) reconoce que la carga aérea de mayo de 2023 exhibió las condiciones débiles del mercado.
Asimismo, el organismo rector del sector del Transporte Aéreo establece que la demanda mundial, medida en toneladas-kilómetro de carga (CTKs), cayó un 5,2% en comparación con mayo de 2022 (-6,0% para las operaciones internacionales).
La capacidad, medida en toneladas-kilómetros de carga disponibles (ACTKs, por sus siglas en inglés), aumentó un 14.5% en comparación con mayo de 2022, impulsada principalmente por la capacidad de bodega, la que ha ido en aumento a medida que se recupera la demanda en el sector de pasajeros. La capacidad actualmente se encuentra un 5.9% por encima de los niveles de mayo de 2019 (previos a la pandemia).
Estrategias para optimizar el transporte en la cadena logística
Conectar productos con los mercados de todo el mundo es un proceso complejo y polifacético que exige navegar por la dinámica de los mercados mundiales, los modos de transporte y los costos, al tiempo que se satisfacen las demandas de los clientes.
De acuerdo con Maersk, el objetivo de tener una logística integrada es simplificar este proceso colaborando estrechamente con los clientes para comprender las necesidades específicas de su cadena de suministro. Para ello se debe contar con un equipo con habilidades de “escucha”.
El equipo tendrá que conocer las necesidades y comprender la visión, los productos y los objetivos de la empresa. Esto dará como resultado un plan logístico multimodal: integrado, eficaz y completo que optimiza la estrategia de salida al mercado.
Equilibrar la necesidad de velocidad frente a las valoraciones de los costos es algo clave en este proceso. Por ejemplo, si los productos son perecederos, posiblemente el transporte aéreo inmediato sea la mejor solución. Mientras que el transporte marítimo podría ser la solución más adecuada para las cargas que no dependen tanto del tiempo de envío y que implican menos costos.
“El transporte aéreo ha crecido muchísimo. Vimos cómo de 2020 a 2021 obtuvo un crecimiento de 55%. Nos toca buscar alternativas a los mercados para movilizarse”, aseguró Fabio Acerbi, director regional de Carga Aérea para Latinoamérica en Maersk.
Fuente: www.mascontainer.com