El mandatario indicó que hasta que los problemas de drogas y migración no cedan, sus medidas tampoco lo harán.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, continúa insistiendo en su plan de imponer aranceles significativos a productos provenientes de México, Canadá y China, una medida que impactaría de manera sustancial las relaciones comerciales entre estos países y Estados Unidos. Cabe recordar que, a través de mensajes en redes sociales, Trump detalló que el primer día de su mandato aplicará un arancel del 25% a los productos procedentes de México y Canadá, y uno adicional del 10% a los bienes importados de China.
De acuerdo con WSJ las medidas podrían afectar el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), también conocido como USMCA, que fue negociado durante el primer mandato de Trump. Según datos de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, el comercio total entre los tres países bajo este acuerdo ascendió a US$1,8 billones en 2022. Analistas advierten que la imposición de aranceles generalizados podría encarecer bienes para los consumidores y poner en riesgo cadenas de suministro establecidas.
Canadá y México, que envían alrededor del 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, manifestaron preocupaciones sobre los posibles efectos económicos de estas medidas. El gobierno canadiense recordó que es uno de los mayores compradores de bienes estadounidenses y provee el 60% del petróleo importado por Estados Unidos. México, por su parte, indicó que esta no era la forma de atacar el problema de las drogas e inmigración.
Respuesta internacional
China también reaccionó ante las propuestas arancelarias. Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, señaló que la cooperación comercial entre ambos países es beneficiosa para ambas partes y advirtió sobre las consecuencias negativas de una guerra comercial.
Por su parte, representantes de las industrias automotriz y manufacturera de Estados Unidos destacaron las posibles repercusiones para sus sectores. Canadá y México son los principales proveedores de acero y aluminio, materiales esenciales para la producción en el país. Además, una gran parte de la producción automotriz depende de las cadenas de suministro entre los tres países, con piezas que cruzan las fronteras múltiples veces antes de ser ensambladas en vehículos terminados.
Consecuencias económicas
Expertos anticipan que la implementación de estos aranceles podría encarecer productos como vehículos, metales y bienes de consumo, lo que impactaría directamente a los consumidores estadounidenses. Según previsiones de la consultora Plante Moran, los costos adicionales derivados de los gravámenes serían absorbidos en última instancia por los compradores finales.
La lógica de Trump
En sus publicaciones, Trump justificó los aranceles argumentando que son necesarios para frenar el flujo de drogas, como el fentanilo, y de migrantes hacia Estados Unidos. Asimismo, criticó a estos países por, según él, no hacer lo suficiente en estas áreas. El mandatario electo mencionó que los gravámenes propuestos hacia China permanecerán vigentes hasta que se cumplan los compromisos de impedir la entrada de fentanilo en territorio estadounidense.
Lo único claro es que mientras el mundo está a la espera de más claridad sobre los fundamentos legales y económicos de estas propuestas, las declaraciones de Trump generan incertidumbre en los mercados y entre los socios comerciales de Estados Unidos.
Fuente: www.mundomaritimo.cl