El informe 2018 de la Organización Mundial de Comercio (OMC) daba cuenta de la reducción de costos en diversas actividades económicas, todo gracias a la tecnología. Las perspectivas planteadas para los años venideros consideraban un nivel de protagonismo alto por parte de las nuevas tecnologías…
Y así fue. Tal como señala Maximiliano Casal de Nowports, ese proceso se vio acelerado debido a la pandemia del Covid-19, razón por la cual la industria logística dio un salto que, originalmente, se esperaba fuese más lento. Es más, hablar hoy en día de dispositivos GPS (Sistema de Posicionamiento Global) para la navegación y la planificación de itinerarios es prácticamente algo común.
Y claro en el mundo privado, es decir en el comercio internacional, ese salto ha sido importante. Ya no se piensa en papeles ni documentos, sino por el contrario, se hace mención a un conjunto de datos que permiten adoptar una nueva visión al integrar los procesos administrativos con los clientes; la selección de las rutas más eficientes; la gestión de las ofertas y la transmisión de información precisa siempre conectando las operaciones y los flujos financieros.
Una reciente publicación de la OMC, en colaboración con la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP) de las Naciones Unidas y la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), pone de relieve los instrumentos técnicos y jurídicos que pueden utilizar los Gobiernos para iniciar la transición hacia el comercio transfronterizo sin papel y aumentar la eficiencia de los procedimientos de exportación e importación.
Esas herramientas a juicio del estudio pasan por establecer un marco jurídico favorable, así como un marco técnico que juegue a favor del comercio. La digitalización de puertos y aduanas aún es un desafío en diversos países latinoamericanos. Se trata de la creación de un gobernanza que asegura la participación de diversas partes interesadas en el que autoevaluación de los sistemas transfronterizos de las naciones sea imperiosa.
Aquello implica un desafío importante, puesto que el comercio sin papel es clave en tiempos de altas perturbaciones de las cadenas de suministro. Es decir, el comercio sin papel puede ser una herramienta muy poderosa para reducir los costos del comercio, lo que es fundamental para que las economías sean más eficientes, el comercio mundial más inclusivo, y las cadenas de suministro más resilientes, agregó González.
Fuente: www.mascontainer.com