El Ministerio de Minería lanzó una convocatoria nacional e internacional para potenciar la producción de litio y atraer nuevos operadores. Dicha convocatoria busca adjudicar contratos especiales de operación para explorar y producir 400.000 toneladas de litio metálico comercializable, divididas en cinco cuotas de 80.000 toneladas cada una. Habrá un plazo de siete años para hacer la exploración geológica, estudios y desarrollo del proyecto, prorrogable por otros dos, y otros 20 años para la producción. El Estado capturará una regalía por la adjudicación de las cuotas, además de un pago variable durante la etapa de producción.
Con ello el Estado busca lograr facilitar el ingreso a empresas nacionales y/o extranjeras, impulsando la producción y apoyando el desarrollo de las nuevas tecnologías que habiliten la transición energética y el combate contra el calentamiento global, generando a su vez beneficios para el Estado. Esta iniciativa complementa el Contrato Especial de Operación (CEOL) ya otorgado a Codelco en el Salar de Maricunga, y la producción actual de empresas privadas en el Salar de Atacama mediante el arriendo de concesiones de CORFO.
Esta iniciativa está alineada con los objetivos plasmados en la Política Nacional Minera 2050, presentada en agosto pasado. Precisamente, una de las metas de este documento es aumentar la producción a 450.000 toneladas de carbonato de litio anuales al año 2030.
El otorgamiento del CEOL es solo un primer paso, ya que las empresas deberán buscar el lugar para desarrollar sus proyectos, definir las tecnologías, cumplir con todos los requerimientos regulatorios y ambientales aplicables exigidos por la institucionalidad ambiental, y generar el ambiente propicio mediante el relacionamiento con las comunidades. Las empresas deberán realizar una oferta económica para la obtención de la cuota, además de pagar un monto variable durante la fase de producción.
En definitiva, el objetivo de satisfacer el aumento que ha experimentado la demanda mundial de litio y el crecimiento que se proyecta a futuro, en el marco de la lucha contra el cambio climático. Pues, al igual que el cobre, el litio es considerado un mineral clave para la transición energética del mundo y Chile posee las mayores reservas de este mineral, con un total de 9,2 millones de toneladas, según el último reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), difundido en enero pasado.
Así, las proyecciones apuntan a que la demanda mundial se cuadruplicará hacia 2030, alcanzando 1,8 millones de toneladas de carbonato de litio, mientras que la oferta disponible sería de 1,5 millones de toneladas aproximadamente. Chile, que hasta 2012 era el primer productor mundial de litio, fue superado por Australia y se prevé que a fines de esta década China desplace a Chile al tercer lugar.
Cabe destacar que en Chile en 1979 el litio fue declarado de interés nacional y pasó a ser no concesible. Desde entonces, sólo el Estado de Chile puede gestionar la producción de litio, para lo cual existen cuatro mecanismos: haciéndolo por su propia cuenta; mediante un Contrato Especial de Operación del Litio (CEOL); por medio de sus empresas estatales, o a través de Concesiones Administrativas. Esta licitación mantiene la condición del litio como mineral estratégico.
Fuente: www.mundomaritimo.cl