En un mundo con sobreoferta de bienes y servicios como el actual, las empresas no pueden darse el lujo de decepcionar a sus clientes. En el mundo del comercio electrónico esta premisa es básica en toda la cadena de suministro y tiene un fuerte énfasis en las entregas. Las empresas deben gestionar los costos operativos para seguir vigentes en el mercado y evitar una pérdida constante de oportunidades. Cabe recordar que la última milla representa alrededor del 53% de los costos totales de un envío sin embargo, puede representar aún más en las cadenas de suministro que presentan ineficiencias.
Empresas de retail, consumo masivo y grandes superficies, entre otros, trabajan a diario por brindar al usuario final múltiples opciones de envío, así como tarifas que se ajustan a sus distintas necesidades. Sin embargo, variables como las rutas establecidas, las capacidades del conductor, el tráfico, las condiciones de la vía y hasta la capacidad de carga de los camiones generan un alto nivel de complejidad. A esto se suma las necesidades específicas de cada rubro que ofrece compras online.
Si bien el crecimiento del e-commerce ha sido importante en todos los sectores económicos, en el futuro próximo es posible observar a los que representan un mayor nivel de criticidad. Ellos son el retail y la industria alimentaria.
La distribución del consumo masivo es un componente esencial en la cadena de suministro a nivel mundial, especialmente cuando se trata de bienes de primera necesidad o alimentos. Una logística eficiente en esta industria no solo asegura la frescura de los productos perecederos, sino que también garantiza que lleguen a los consumidores de manera oportuna y en perfectas condiciones.
La industria alimentaria mundial está en constante crecimiento. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), proyecta que la producción mundial de alimentos aumente un 70% para 2050 para alimentar a la creciente población mundial
La flexibilidad logística, la disponibilidad de pagos contra entrega, las habituales restricciones de vehículos y zonas de los grandes centros urbanos, así como poder mantener la cadena frío son algunos de los desafíos que enfrenta esta industria. Por lo cual, la distribución del consumo masivo presenta numerosos retos que requieren soluciones innovadoras y flexibles.
“Además de los retos que enfrentan industrias como estas, existen compañías de alcance global como Walmart, Coca-Cola, Cencosud, entre más de 2.200 empresas alrededor del mundo, que reconocen la importancia de la logística de última milla para impulsar su negocio y han demostrado la eficacia al mejorar los procesos y tiempos de entrega a partir de verdaderas transformaciones e innovaciones tecnológicas”, enfatiza Carlos Díaz, Carlos Díaz, General Manager de DispatchTrack para Latinoamérica.
El retail es otro de los sectores más impactados por el aumento de las ventas online de los últimos años y las entregas exitosas en tiempos reducidos se han convertido poco a poco en el gran objetivo. Y si bien alcanzar una exitosa entrega a tiempo sigue siendo un punto crítico en el negocio, es un elemento determinante para atraer y retener a más clientes.
Es por eso que elementos como la planificación de rutas y el monitoreo de última milla deben realizarse de manera optimizada para así brindar un servicio más eficiente y que responda a las expectativas del consumidor. Esto se puede apoyar y monitorear a través de herramientas como encuestas de satisfacción, pruebas de entregas electrónicas, la integración de tecnologías y las notificaciones al cliente son las principales necesidades para que los usuarios de este sector tengan una experiencia de primer nivel en sus entregas y la logística de última milla.
En ese ámbito, los operadores logísticos juegan un papel fundamental, ya que se encargan de proporcionar servicios a empresas que necesitan asegurar que sus productos sean entregados en las mejores condiciones y en el menor tiempo posible. Estas empresas usualmente cuentan con una flota de camiones propia que les permite transportar paquetes desde el centro de distribución o almacén hasta el cliente final.
Las tecnologías facilitan la optimización de rutas para las entregas y el monitoreo en tiempo real de la última milla para asegurar que los transportadores cumplan con la planificación. Y del otro lado, los clientes pueden realizar el seguimiento de sus pedidos para garantizarles que están llevando a cabo un plan para cumplir con un servicio de excelencia. Todo, en un mismo lugar, con total visibilidad del proceso completo.
Fuente: www.emb.cl